un diluvio dentro y fuera de la habitación
como pude me mantuve viva y en pie
mientras moríamos
ambos en los brazos del otro
y tu organizabas el funeral.
no puedo resucitarla
ella, a quien tanto amabas
no sé por donde empezar a buscarla
mi castigo fue
convertirme en alguien que no reconozco tan bien
y vivir con ella, día tras día
me vi morir en aquella ciudad pequeña
donde alegabas con desprecio
que ya no había nada para ti en ese lugar
... y yo seguía viviendo ahí.
Tomaste el camino más fácil
la acción más cobarde
de huir del Estado
empezar una vida nueva
y has seguido huyendo desde entonces;
mi pregunta es
si nada sale acorde a tu plan
de la forma en que esperas
¿cada vez te irás más al oeste?
hasta que no quede país sin colonizar por tu poesía.
Menos mal, los dioses me tuvieron piedad
y desapareciste antes que pudiera presenciar
como cambiabas de piel
ocultando
tu corazón
tu alma
para el público espectador
y fingir que nunca fuiste
el que me rompió.
¿Cuántos Estados te vas a tardar en comprender?
de lo que huyes lo llevas dentro;
en el interior de tu pecho
colgado del orgullo, está un corazón incesante
encerrado en una jaula de huesos y sangre
que nunca ha de abandonar
por tu manía de ocultar lo que siempre ha sido mío.
Me sigo diciendo a mi misma
que te podría reconocer aún a leguas de distancia
que si te llegase a ver
no habría lugar para dudas
quien fuiste ni quién eres
que todas las versiones de ti
serán alguien que mis versiones conozcan bien
pero esa idea la veo más abstracta día tras día.
la verdad es si llegase a verte,
inclusive a distancia,
mi corazón se detendría
mis manos sudarían
mis labios se quedarían trabados
como queriendo(te) decir algo
y ya no encontrase lo que hay que decir... igual que la vez que te vi partir.
Es cierto que me doliste en partes de mi
en las que no sabía que podía sentir
pero también es cierto
que no he sentido nada más desde entonces.
tal vez tu corazon palpita por alguien más
y debido a eso
ya no escucho su llamar.
puede ser
que de mi te has olvidado
pero la poesía no se olvida de ti.
Estoy consciente que si algún día lees lo que ha sido escrito para ti
me odiarás para siempre... así que ya somos dos.
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